Era la bebida sagrada de los dioses aztecas, se relacionaba con la diosa de la fertilidad Xochiquetzal y solo lo consumía la nobleza. Hernán Cortés lo probó en la corte del empereador Moctezuma y poco después lo introdujo en España, donde tanta era su fama como afrodisíaco que las mujeres lo bebían a escondidas.
Isabel Allende
quinta-feira, 3 de setembro de 2009
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